miércoles, 5 de enero de 2011

La Naranja Mecánica de los radicales, contra el Borges Peronista

La Naranja Mecánica

La visión de cultura que la UCR impuso en Santa Fe es, al menos, clara. Quieren convertir a todos los santafesinos, en espectadores de la "buena cultura." Esos pequeños ignorantes que escuchan cumbia y no han visto una ópera en sus vidas, van a poder venirse hasta el centro y sentarse en una bella poltrona que hará las veces de máquina transformadora de conciencia.

El santafesino inculto recibe, de manera totalmente pasiva, estímulos de alto nivel. La música verdadera, la literatura premiada, el teatro de alcurnia. La premisa es que con suficientes repeticiones en la dosificación justa, se podrá inhibir eso que inquieta y que llaman anomalía.

Vamos a decirlo: quieren que seamos menos berretas. Creen que la música que la mayoría de los santafesinos escucha, es mala. Que la cultura que vale la pena, se da sólo en ambientes controlados donde quien asiste, consume ordenadamente. El ignorante, de sólo sentarlo en la butaca donde ya no puede mover el upite, resulta más agradable a la vista, hasta parece culto así quietito.

La verdad es que es fantástico lo que sucede en el escenario. Gran despliegue. Musicalidad. Luces. Notas. Un ritmo. Esto es el espectáculo. Pero ¡no te muevas! No tararees. De nada de eso has de participar: todo es producido por unos que saben y esperan de vos pasividad.

Pierre Menard, el Borges Peronista

Un cuento de Borges da sustento a un lector enamorado de la obra de Cervantes de tal modo, que desea convertirse en su autor. Desecha en primera instancia tomar la vida completa de Miguel de Cervantes y luego decide emprender la recreación de la obra, palabra por palabra y línea por línea. Sin copiarla. Creándola de nuevo, originariamente.

En "Pierre Menard, autor del Quijote" encuentro la semilla de un Borges profundamente popular y de algún modo peronista.

Los peronistas creemos que la cultura también viene del lector y del espectador. De abajo. Queremos que los barrios nos enseñen lo que es música, y a escucharla. Que se haga el teatro para plantar las banderas del conflicto social del lado que corresponde.

Que se escriba y que se lea, con todo menos inocencia. Creando y marcando el ritmo como sólo puede crear el pueblo.

El Quijote fragmentario de Pierre Menard es, desde un ángulo, mejor que la obra original. Así lo creemos, antes que nada, porque somos unos gronchos.

Peronacho

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